El Scout es generoso, cortés y solidario

Este artículo refleja un trípode de virtudes.

La primer pata del trípode es la solidaridad.
Ser solidario es pensar en el otro, más allá de los intereses personales.
Es actuar sin buscar recompensa.
La recompensa es saber que hago el bien.
El actuar solidariamente lleva a la segunda pata del trípode.

La segunda pata del trípode es la generosidad.
Ser generoso es superar el egoísmo individualista.
No buscar solamente lo que es de provecho para uno mismo.
Estas actitudes se siembran poco a poco en el corazón del scout a través de una semilla.

Esa semilla es la Buena Acción diaria.
Al respecto Baden-Powell dice:

“El Scout debe hacer su buena acción antes de cualquier otra cosa, aún con detrimento de sus gustos o de su comodidad. Cuando el Scout se encuentra en duda entre dos cosas que pueda hacer, se preguntará cuál de las dos es más útil al prójimo y, ésa es la que debe hacer.”

La tercera pata del trípode es la cortesía.
Dice el refrán que: “lo cortés no quita lo valiente”. Ser valiente no es ser rudo.
Tratar cortésmente al otro es demostrarle que lo valoramos, lo encontramos valioso.
Ser cortés es ser amable con todos.
Ser amable es mucho más que ser educado.
Ser amable es hacerlo con una sonrisa.

B-P imagina en sus libros al Caballero como el arquetipo que reúne estos valores.

Les dejo un par de preguntas para una charla con su Consejo de Grupo o Distrito:

  • ¿Somos generosos con quienes nos acompañan?
  • ¿Nos cuesta resignar un poco de lo nuestro para que el otro sienta que él también gana algo?
    ¿Somos amables, sin dejar de ser firmes, cuando defendemos algo que creemos justo?
    Cuándo “la frazada es corta”, ¿nos cuesta pensar también en el otro?

Les dejo estas pocas ideas para reflexionar.
Siempre listo, rodrigo

Rodrigo Gonzalez Cao

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